Entradas

Mostrando entradas de abril, 2010

La primavera se ha instalado con fuerza

Imagen
He cogido por primera vez la manguera este año para humedecer las plantas pequeñas recién puestas. La temperatura ha subido hasta los veinticinco grados. La hortaliza está plantada. Los jaramagos están en flor, también los lilos malvas y blancos, los manzanos, los cerezos más tardíos, los espliegos y los jazmines. El compostaje último está lleno de lombrices, y lo estoy esparciendo por toda la huerta. He visto una culebra de escalera tomando el sol delante de los muros de piedra y un conejo muy joven anda entrando y saliendo por la alambrada para comer la hierba fresca cercana al estanque. Los jilgueros, pinzones, abubillas, mirlos y currucas andan muy cantarines en sus rituales amorosos de esta estación. Las golondrinas se pasan el día realizando acrobacias aéreas, las abejas zumban entre las flores de los frutales, y los agricultores torpemente quemando el ramón de la poda del olivar, inundando la atmósfera de una gasa blanca y el olor despreciable a incendio. A mí, la primavera, me

La pequeña sabiduría para la fertilidad de la tierra

Imagen
El Abuelo, mi padre, se presentó por la mañana diciéndonos si plantábamos la hortaliza. Así de claro, un nonagenario desafiando a su hijo y su nieta. Con la escardilla en ristre, trazó como un ingeniero de la mejor agricultura, los arroyos de tomates, pepinos, berenjenas,etc., teniendo en cuenta las pendientes del terreno, y el mejor rincón en función de las sombras o los cultivos del año anterior. Este año tendremos buenos frutos, porque mi padre ha estado ahí, dándonos una clase magistral de agricultura tradicional, la que nunca se tendría que haber perdido. Agradezco infinitamente el gesto de mi padre. Nos ha llenado de alegría y energía para cuidar la huerta con mucho mimo, sabiendo el amor que él le tiene a este terruño.

El abuelo y el nieto

Imagen
- Hacía muchos años que no subía al Cerrillo de San Marcos-dice mi padre, sentado en mi recién banco de madera hecho y colocado bajo el gran pino de la planicie más alta del cerrete que siempre nos ha gustado tanto a todos los habitantes de estos parajes-. - Os voy a hacer una foto para recordar este momento en que después de tantos años has vuelto a este sitio y has estrenado mi banco de eleboración artesana- convencido yo del momento tan especial-. - Estoy sin la dentadura- añade preocupado mi padre ante la posibilidad de inmortalizarse con su boca arrugada y hundida-. - Tiene fácil arreglo, la haremos de espalda. El día lucía soleado, pero corría un viento que nos abrazaba con el recuerdo del invierno. Una bandada de abejarucos planeaba sobre el valle; las palomas imitaban a los anteriores; y la huerta destacaba con su verde refulgente entre campos de olivares con los suelos lechosos a pesar del invierno tan lluvioso, debido a las enormes cantidades de herbicidas que echan a los cu

Collejas

Imagen
Es una verdura silvestre que la hemos comido toda la vida, bueno, cuando la vida estaba más ligada al medio natural. Pero hoy, mira tú, justamente es el tiempo de las collejas. Y ahí está Cecilia y Claudia recogiéndolas de la Cañá de José Duro, el mismo sitio de toda la vida, frente a la puerta de la huerta. Este barranco, porque es un barranco, fue la referencia no sólo de las collejas, sino también el lugar donde se echaban los burros, cabras y ovejas que se morían, y todavía algo más práctico, uno de los sitios preferidos como retrete cuando no existía cuarto de baño por estos lares. No estaba alejado de las casas y, sin embargo, oculto a las miradas. Y entonces no había papel. No llegaban los periódicos, ni se compraban en las tiendas para poder contar con el envoltorio de papel de estraza.Por lo tanto, lo más suave para limpiarse el culo era saber elegir bien las piedras mientras desaguabamos. Bueno, no parece muy oportuno recordar experiencias tan escatológicas cuando trataba